Si conjugara sus dotes de escritor y operador de televisión, bien podría escribir una mini serie de su vida; en ella seguramente se vería a modo de precuela el recuerdo en ocre de un papa griego casado con una mujer siria, que llegaron con 7 hijos a Sudamérica y que por esas cosas del destino decidieron venir de Brasil a Rio cuarto. También diría que su Papá puso la primer heladería de la ciudad, que inventó una máquina de lijar madera y una máquina de hacer palitos helados y que uno de sus ocho hijos pensaba en seguir su camino emprendedor para marcar un antes y un después en la historia de la ciudad.
La tira, que bien podría llamarse El Señor del Cable, hablaría en sus primeros episodios de un tal Gabriel Yero escribiendo radioteatros para compañías que hacían furor en Córdoba Capital y más tarde escribiendo y actuando en su propia compañía radio teatral en el noroeste del país junto a su hermano.
Avanzando la trama diría que Gabriel, ya sin seudónimos, fue parte de una generación dorada de empresarios con un tal Carlos Biset a la cabeza que se la jugaban invirtiendo para poner a esta ciudad en la misma dimensión de las grandes capitales, sin importar los riesgos empresarios. Relataría un tiempo de una gran radio, de edificios imponentes, de un diario con tecnología de punta, de industrias que nos llenaban de orgullo. Y lo mostraría a Gabriel poniendo su impronta al inaugurar la primera señal televisiva de la ciudad y posteriormente la primer emisora privada y del interior en emitir en colores de toda la Argentina y luego armando puebladas para que la señal precaria conseguida siguiera en el aire junto al apoyo de las fuerzas vivas, en tiempos donde el imperio se reunía para pelear grandes sueños colectivos como tener su primera Universidad. También contaría esa historia su participación como docente de esa universidad y, como en toda miniserie, también estarían los malos, mediocres conservadores de poca monta que en nuestra ciudad se dedicaban a quitar nidos ajenos para conservar su poder, o impedir que otros asomaran sus cabezas, buitres que le quitaron todo a Gabriel y casi todo a Biset, menos las ganas de seguir peleando.
Como toda miniserie que se precie de exitosa tendrá que tener un final feliz, con Gabriel escribiendo sus novelas y sus memorias rodeado de una familia hermosa pero nunca dejando de hacer cosas. Los que conocen su historia íntima, dicen que sería una miniserie estupenda, aunque también dicen que, como nunca para de trabajar , quizá no tenga tiempo de escribirla.
Gabriel Yenaropulos, El Señor del Cable, protagonista de los 55 años de la televisión en la ciudad, hacedor incansable de una historia de vida que tuvo de todo y que actualmente va por el final feliz que se merece.
Agradecemos la participación en este programa de Víctor Rapetti, Oscar Casari, Lita Macia y a la familia de Gabriel Yenaropulos, Gracias por la música del Trío Dominó y el siempre importante aporte desde el recuerdo de Andy Macia.
Para escuchar el programa podes hacer click en:
https://ar.ivoox.com/es/hablemos-rio-cuarto-gabriel-yenaropulos-audios-mp3_rf_39981559_1.html
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