Alicio Dagatti

Carnes Rojas, Corazón Celeste

En una ciudad donde venir de abajo, no tener apellido ilustre y no haber nacido en ella, crecer económicamente no es tarea sencilla. Sin embargo,  esta bendita tierra le ha permitido a mucha gente desarrollarse y convertirse en nuevo rico, o simplemente en rico, porque viejos ricos casi no quedan. 

En una ciudad donde por ser chica los infiernos son grandes, donde el pecado no es fundirse sino quedarse seco, no se repara en los que crecen hasta que se tornan visibles en determinados ámbitos como los deportivos, mediáticos o políticos. 

En una ciudad donde la gente imagina mucho como es el otro y le preocupa poco saber realmente quién es el otro y que se juzga por el parecer, más que por el ser, tener éxito en los negocios y asomar la cabeza se torna imperdonable y el murmullo a las espaldas comienza a crecer vertiginosamente sobre todo en los ámbitos de las mañanas cortas y los cafés largos, de tipos que siempre buscan la paja en el ojo ajeno y disimulan la viga en el propio. 

Alicio es justamente alguien que se hizo de abajo, que llegó desde afuera y que muchos se preguntan o imaginan como hizo la plata, pero jamás se animan a preguntárselo de frente. 

Alicio es alguien que comenzó como carnicero, siguió como dueño de frigoríficos y en un momento de su vida apostó a negocios difíciles como un canal televisivo, un diario y a la más complicadas de las tareas: Presidir el mayor club en importancia de la ciudad después de Sportivo Municipal, la Asociación Atlética Estudiantes. 
Alicio Dagatti, El hombre de las carnes rojas y del corazón celeste.

Agradecemos la participación en este programa de Julio Titarelli, Martín Carranza, Mario Paniego, Claudio Miranda, Daniel Tosco, El Matavacas y la música aportada por La Rhumba. 

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